Las raíces del cristianismo 3: la astrología mistérica toma el rostro de Jesús, la realidad pagana
-
Opciones de este Artículo
Ver Artículo en Texto Simple para ImpresiónCompártelo en redes sociales:
Comencemos observando, con más detenimiento, las oscuras imágenes de las “llaves del Hades y la muerte” o las “siete estrellas”, y el rostro que brilla como el sol. Vamos a revisar los significados clásicos, así como también sus significados contextualizados según las épocas de estos tres conceptos, el hades, el infierno y el abismo, así como unos conceptos adicionales relacionados como lo son Orco, Tártaro y Plutón.
Estas prácticas nos recuerdan a la escuela Cínica, la cual se ha llegado a considerar que permeó en el cristianismo de Jesús, siendo que la ciudad de Gadara, vecina de Nazaret, era la cuna de la escuela cínica de la región de Galilea (leer más…)
Les recuerdo que esta es una serie de 3 artículos sobre el origen del cristianismo, en la cuál esta vendría siendo la segunda parte. Recordaré brevemente los 3 puntos principales que ya mencioné al inicio de la primer entrega:
Uno, describir cuál es la importancia de visibilizar las diferencias entre diferentes traducciones, en este caso 3, aunque hay muchas otras más; respectivamente, veremos por el lado de las traducciones oficiales, la versión antigua de Reina-Valera y la Biblia del Pueblo, así mismo, incluyo también una traducción no oficial de un teólogo graduado de la Universidad de Glasgow, James Moffat, un ministro practicante de la fé cristiana.
Segundo, analizar detalladamente los simbolismos de varios pasajes bíblicos, para relacionarlos con estilos literarios, y simbolismos provenientes de otras tradiciones espirituales de la época provenientes de los pueblos de alrededor del Mediterráneo, develando así las posibles fuentes de inspiración para los textos Bíblicos.
Tercero, analizaré, específicamente, el final del pasaje ‘Ap 1:18’, citado al inicio de la primer entrega de esta serie, el cual habla sobre como el Hijo del Hombre (Jesús Cristo) posee las llaves de la muerte, así como de un lugar que es descrito como Hades, infierno o abismo, variando según la versión revisada (y que como ya dije en el punto 1, mencionaré la importancia de estas diferencias), y cómo esto nos puede delatar el contexto de su escritura original.
Ya en la primer parte de esta serie se contextualizó el cristianismo dentro del mundo antiguo y la manera en la cual, de ser una secta judía que absorbía creencias obviamente no solo del judaísmo en mayor parte, sino del gnosticismo, mitraísmo, Zoroastrismo y escuelas mistéricas de Mesopotamia, Egipto y Grecia, entre otras, pasó a ser remendada y ajustada por el emperador romano Constantio el Grande para poder convertirse así en el sistema ideológico por antonomasia del impero romano.
En la segunda entrega de la serie hablamos sobre Juan de Patmos, su estilo peculiar de escribir y la posible explicación de este peculiar estilo que resalta por sobre los demás estilos del Nuevo Testamento. Así mismo, comparamos el escrito de Juan con el estilo del Viejo Testamento en los pasajes apocalípticos del profeta Daniel, y por último, comenzamos a desmenuzar las imágenes literarias tanto del profeta Daniel como Ezequiel para así comenzar a familiarizarnos con los simbolismos característicos que en esta entrega compararemos con los simbolismos paganos tanto previos como contemporáneos al nacimiento del cristianismo.
Solo para enfocar un poco más la atención al tema que veremos a continuación, me gustaría que recordáramos la extraña descripción física del Hijo del Hombre, la cual tiene lugar en los primeros pasajes del Apocalipsis, en ella encontraremos fuertes paralelismos con el conocimiento pagano, que por la antigüedad de textos como el Viejo Testamento, así como de libros del Nuevo Testamento como lo es el Apocalipsis de Juan de Patmos, apenas estaban diferenciándose de inmenso y preponderante conocimiento politeísta, “pagano”, de su época.
Comencemos observando, con más detenimiento, las oscuras imágenes de las “llaves del Hades y la muerte” o las “siete estrellas”, y el rostro que brilla como el sol. Vamos a revisar los significados clásicos, así como también sus significados contextualizados según las épocas de estos tres conceptos, el hades, el infierno y el abismo, así como unos conceptos adicionales relacionados como lo son Orco, Tártaro y Plutón.
Hades: entre los griegos el mundo de ultratumba, morada de Plútón [a]
abismo: el infierno [a]
infierno: lugar de castigo eterno. Tormento y castigo de los condenados..[a]
Plutón: dios mitológico de las regiones subterráneas. [a]
Hades: era el rey del Mundo de las Sombras, que constaba de varios apartamentos, como el Averno que era donde sufrían castigo los malvados; los Campos Elíseos donde paseaban las almas de quienes en vida tuvieron alto rango espiritual; las márgenes del Erebo donde vagaban por cien años las almas de quienes no habían recibido sepultura, etc. Hades fue también confundido con el Infierno mismo. [b]
Plutón: también conocido como Hades. Fué el dios de Los Infiernos. [b]
Hades: Dios del mundo invisible, del reino de las sombras y los muertos [c]
Orco: el demonio de la muerte y, también, la morada de las sombras. Es el Hades griego. [c]
Hades: En la mitología griega Hades alude tanto al antiguo inframundo griego como al dios de éste. Los antiguos romanos asociaron a Hades/Plutón con sus propias deidades ctónicas, Dis, Pater y Orco.
El término «hades» en la teología cristiana (y en el Nuevo Testamento Griego), alude a la morada de los muertos. El concepto cristiano de infierno se parece más al Tártaro griego, una parte profunda y sombría del Hades usada como mazmorra de tormento y sufrimiento. [d]Tártaro: En la mitología griega, el Tártaro es tanto una deidad como un lugar del Inframundo, más profundo incluso que Hades. Es un pozo húmedo, frío y desgraciado hundido en la tenebrosa oscuridad. [d]
[a] Diccionario Porrúa de la Lengua Española
[b] Diccionario Mitológico
[c] Diccionario de Mitología
[d] Mitoblog: club de la mitología. Blogspot.
Tomando en cuenta que haciendo una revisión de historias del Antiguo Testamento y de diversas historias populares y mitológicas de pueblos paganos, podemos encontrar sus isomorfismos. No es algo muy osado pensar sobre el verdadero origen del Apocalipsis de Juan de Patmos, sus imágenes llevan a conjeturar que viene de inspiración más antigua, probablemente Juan toma prestadas imágenes de oraciones de iniciación de escuelas mistéricas griegas.
El hecho de que el conocimiento fuera siendo transcrito y editado a lo largo del tiempo según las manos en las que cayera ese conocimiento no es nada nuevo, basta con citar el pasaje del arca de Noé del Viejo Testamento y compararlo con el fragmento de la Epopeya de Gilgamesh y el arca de Utnapishtim; el Cantar de los Cantares con la poesía erótica egipcia; el pasaje de Abel y Caín y la historia sumeria de Emesh y Enten, entre muchos otros ejemplos.
Los hebreos adoptaron inicialmente en su ley mosaica muchos preceptos del sistema legal babilónico (Código de Hammurabi) […]
De los sumerios recibieron tradiciones como la de la creación del hombre, el Paraíso, el diluvio y la torre de Babel, el estilo de sus himnos […]
De los egipcios, además de la formación de […] Moisés, tomaron algunos de sus ritos, la organización sacerdotal y el tono de sus proverbios.
Hebreos y Cristianos / Roma. José Luis Martínez
A esto anterior podríamos añadir también la herencia del culto monoteísta benefactor del periodo Amarna egipcio, el cual conocieron los posibles antepasados de los hebreos judíos que llegaron al norte de África a raíz de la época de hambruna que azotó Canán en el siglo XIV antes de la era cristiana. De este mismo modo, seguramente absorbieron también conocimientos de las creencias helénicas, esto durante el dominio seléucida tiempo en el que se desenvuelve la revuelta de los Macabeos relatada en los libros históricos del Viejo Testamento, así como también creencias del Medo, durante el régimen persa de Ciro sobre Jerusalem en 539 a.C., entre los que se incluía el Zoroastrismo. En fin, la oportunidad de sincretismos durante esta época es infinitamente complejo y presente en todo momento.
Podemos comenzar a entender así el “por qué” del fragmento que habla sobre cómo el Hijo del Hombre posee las llaves del “Hades y la muerte” nos lo dice justo con esa palabra: “Hades” en las versiones originales griegas (literalmente ᾅδου)[3], que posteriormente en la versión latina de San Jerónimo es traducido como “El infierno y la muerte” (literalmente inferni)[4] y posteriormente como “El abismo y la muerte”, aparentemente en un intento de reivindicar el significado original más cercano a la palabra hades griega, que se relaciona más con la palabra abismo que con la palabra infierno.
Estos detalles anteriores─me refiero al uso de ciertos conceptos a través de sus significantes (hades, infierno, abismo)─nos deberían servir para hacer el análisis simbólico de este texto sagrado en específico, así como de la obra completa que es la Biblia, y aproximarnos a su lectura de una manera más correcta y enriquecedora que aquella que ofrece la burda literalidad, esa que la Iglesia católica insiste en empujar sobre sus feligreses.
Las metáforas de la bóveda celeste no son todo lo que estas tradiciones sagradas son -son considerablemente más que eso, llenas de maravillosas introspecciones y proyecciones de la condición humana, las preguntas más profundas de ética y moralidad, vida y muerte- pero definitivamente no son menos que esto.
Sin embargo, han habido y seguirán habiendo quienes continúen despojándoles de esta naturaleza metafórica, y que las intenten reducir a historias literales, y al hacerlo empobrecen -sí, empobrecen- estos tesoros sagrados del homosapiens.
The Undying Stars -David Warner Mathisen
En el libro de “Las estrellas que nunca mueren” escrito por David Warner Mathisen encontramos un análisis en este sentido de recobrar las raíces paganas de historias dentro de texto sagrados como lo es el Pentateuco dentro de la Biblia y la Toráh. A su vez el autor se basa en otro libro llamado “Hamlets Mill” de autoría conjunta entre Hertha von Dechend y Giorgio de Santillana en donde hacen un análisis similar de la historia, bíblica también -del antiguo testamento-, de Sansón comparando acciones con movimientos de cuerpos celestes y personajes también con planetas y constelaciones. Leamos el fragmento analizado en el texto de Warner y posteriormente parafraseraré su reflexión al respecto:
9:1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo.
Revelación – Biblia Reina Valera 1960
9:2 Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo.
9:3 Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.
9:4 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
9:5 Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre.
9:6 Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
9:7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas;
9:8 tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones;
9:9 tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla;
9:10 tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.
9:11 Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
Para esta comparación necesitaremos ver dos fotografías, una de la vista de la Vía Láctea (que en esta vista representa el grosor total de nuestra galaxia vista desde el extremo del anillo en donde nuestro sistema solar está localizado) desde el punto en donde el arco de la Vía intersecta con el horizonte sureño de la Tierra mientras emerge del horizonte Oriental (para quienes lo ven desde el hemisferio norte):

En ese diagrama Sagitario está a la izquierda de la nube de la Vía Láctea y Escorpio se encuentra a la derecha. En el noveno capítulo de la Revelación podemos encontrar, en metáforas, la descripción de este momento de la tragedia cósmica: “Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.”

Sagitario usualmente se le conoce como un centauro cargando un arco que apunta hacia Escorpio [recordemos esto para más adelante], pero también puede verse claramente la forma de un saltamontes-grillo-langosta.
Solamente para no dar pie a que se piense que se están interpretando caprichosamente estas formas para hacerlas encajar en una teoría necia, recordemos que en este fragmento “El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas” se describe a estas langostas como centauros y más adelante se verá como la “corona de oro” también tiene sentido astrológico en esta descripción.

Así pues, tenemos en la descripción biblica que las langostas tenían forma de caballos con cara de hombre─una referencia a los centauros, como usualmente se representa a Sagitario─y tienen “coronas de oro”, que coincide significativamente con la localización próxima a Sagitario de la constelación de la Corona Australis; esta se encuentra justo a la derecha de Sagitario.

Sagitario y Escorpio flanquean “el humo como de horno que emerge del gran abismo” que se eleva en esta parte de la bóveda celeste, es decir la nube de la Vía Láctea; todos estos “personajes” celestes están bien representados en este pasaje de la Revelación que leímos. Podemos ver pues un poco del conocimiento antiguo que hacía algo aparentemente sencillo: describir como si de una obra de teatro, película o telenovela se tratara, la tragedia cósmica que el cielo mostraba en su gran pantalla todas las noches y días, y ¿que no son las historias mitológicas sino tragedias donde el ser humano reflejaba sus pulsiones intentando exteriorizarlas para entender su interior así como su entorno?
Esto anterior es solo un pequeño ejemplo de las muchas simetrías simbólicas que textos sagrados “modernos” como la Biblia resguardan. Conocimiento milenario con implicaciones psicológicas, científicas, sociológicas, mucho más allá de las moralejas aparentemente obvias que resultan de darles lecturas literales; conocimientos que esperan a ser develadas bajo una sensibilidad e interpretación más simbólica de su contenido.
Queda mucho conocimiento antiguo por recobrar, estas re-interpretaciones de textos sagrados son solo el inicio de un viaje en el tiempo a las raíces del pensamiento humano, que no por ser antiguo significa que sean más torpes, burdas o ignorantes, porque si nos viéramos con nuestra humanidad presente reflejadæs en un espejo en donde lo que encontrásemos fuera a un ser humano de la antigüedad, ¿no seríamos incluso físicamente más débiles, de memoria más atrofiada, de vida más longeva pero menos significativa? como humanidad hemos sacrificado, literalmente, algunas características por comodidades, y así como en una vida humana una criatura infante crece a la madurez para reflexionar sobre su vida y recobrar algunas características de su infancia muy valiosas, así la humanidad como entidad colectiva debe hacer esta caminata de regreso sobre sus mismos pasos para recobrar características de su “infancia” humana y añadirlas a su presente histórico para lograr una síntesis de la experiencia total que significa ser un humano: una criatura curiosa, emocional, racional, insatisfecha y en búsqueda de construirse un sentido de vida.
Referencias
- [1] https://adelantelafe.com/ biblias-en-espanol-buenas-y-malas/
- Denis Meadows (1959) A short history of the catholic church. All Saints Press
- http://www.historyworld.net/ wrldhis/ PlainTextHistories.asp? historyid=ac66
- [2] https://es.wikipedia.org/ wiki/ Sol_Invictus
- D.H. Lawrence (1931) Apocalipsis. Cien del Mundo.
- José Luis Martínez (1976) Hebreos y Cristianos / Roma. Colección Mundo Antiguo. Editorial SEP cultura
- Diccionario Porrúa de la Lengua Española (1998) 41a. edición. Editorial Porrúa
- Carlos Gaytan (1965) Diccionario Mitológico. Editorial Diana
- Fco. Gaudet Yarza (2002) Diccionario de Mitología. EDIMAT LIBROS.
- http://clubdelamitologia.blogspot.com/ 2011/ 04/ hades-y-el-tartaro.html
- [3] https://www.ellopos.net/elpenor/ greek-texts/ new-testament/ revelation/ 1.asp
- https://biblehub.com/ greek/ 86.htm
- [4] http://www.latinvulgate.com/ lv/ verse.aspx?t=1& b=27
- http://astrologosdelmundo.ning. com/profiles/blogs /las-estrellas-fijas -y-el-2
- https://victorialandscapezodiac.files .wordpress.com
- David Warner Mathisen (2014) The Undying Stars. Ed. Beowulf.
Comparte en redes:
Deja tu comentario:
Responsable de esta nota:

Editor y Programador back-end de RedSapiens Journal. Coolaborador de contenidos de RSJ.